martes, 5 de junio de 2012

El Libro del Mes: Holocausto

¡Saludos! Ésta es otra sesión que quería inaugurar con motivo de mi gusto por la lectura. Se titula El Libro del Mes, y como su nombre indica, su finalidad es servir de análisis de algún libro que me haya leído en el mes en el que estamos (esto puede variar, hay meses que leo mucho, otros no leo nada... el libro que voy a analizar ahora de hecho lo terminé el mes pasado xD).

Bien, el primer Libro del Mes es Holocausto, de Gerald Green. Es un libro publicado por primera vez en 1979, la edición que he leído yo (su segunda) es de ese mismo año. Este ejemplar en concreto está en un estado un poco lamentable y creo que si algún día quiero volver a leerlo probablemente tenga que comprar otro. Lo encontré en un estanco en el que vendían libros de segunda mano y me llamó la atención su título. A mí el tema de la Segunda Guerra Mundial siempre me ha interesado, así que me aventuré a leerlo.

Esta edición que yo tengo está en catalán y está sembrado de errores de traducción, frases inconexas y gazapadas varias, al más puro estilo de FFVII. La próxima vez que lo lea probaré con la versión original. Pero bueno, igual que con el citado juego, ni sus múltiples errores de traducción han podido ensombrecer la calidad de lo que narra este libro.

El argumento trata de que el judío Rudy Weiss, al cabo de unos años de la 2ª GM, vive en Palestina con su mujer y sus hijos y decide recopilar información sobre los hechos ocurridos a él, a su familia y a toda su raza. A partir de esos datos y del diario de un nazi llamado Eric Dorf elabora un relato de carácter autobiográfico, en primera persona, que se irá alternando con el citado diario para mostrarnos cómo evolucionan los hechos desde dos puntos de vista opuestos.

Comienza en 1935, cuando Alemania pasaba por una fuerte crisis económica, y poco a poco, sin que la familia del protagonista quiera creerlo, la situación va cambiando y se dan cuenta de que comienzan a perder sus derechos, de que algo gordo está pasando, de que algo que nunca podrían haber imaginado se cierne sus cabezas... pero cuando comienzan a comprender la gravedad de su situación, ya es demasiado tarde. A partir de allí, deben optar por resignarse a su destino y seguir creyendo que no puede ser tan malo como algunos dicen, o enzarzarse en una terrible lucha por su propia supervivencia. Rudy Weiss, que de joven era un chico mal estudiante que sólo jugaba al fútbol y se metía en peleas, decide que el camino correcto es de no rendirse jamás, el de la venganza. Pero, ¿y su familia? ¿Cómo pensar en resistir cuando no puedes creer en lo que está ocurriendo?

Por otro lado, el diario de Eric Dorf nos muestra a un joven padre de 2 niños que está desesperado porque pese a tener una buena carrera no puede encontrar trabajo. Su mujer le insiste en ir a visitar al amigo de un conocido, que no es otro que Heydrich, un importante dirigente de las SS, para ver si así puede conseguir un puesto de trabajo. Lo que al principio comienza como una mera tarea de papeleo en la oficina absorverá por completo al hombre, haciendo que termine haciendo como suyos los más extremos valores del nazismo, creyendo como correctos los actos que realiza, y siendo incluso partícipe directo de la nefasta masacre que llevaron a cabo contra los judíos.

El libro nos hace reflexionar sobre varias cosas. En primer lugar, la reacción de las familias judías cuesta de creer de buenas a primeras. Pocos parecían asumir la gravedad de la situación, incluso en sus ghettos y en los campos, esperanzados en que las cosas ya irían mejor. Y tampoco es tan extraño, si pensamos en nuestras vidas ahora. ¿Quién creería, sin tener precedentes, que de repente toda la gente de su cultura va a ser tratada peor que los animales, hacinada en un barrio rodeado por muros, llevada a campos a trabajar hasta la extenuación y finalmente llevada a un lugar para ser eliminada sin ningún tipo de remordimiento? Eso suena a locura, y pocos de nosotros nos llegaríamos a creer que nos pueden hacer algo así si nos lo dicen. En segundo lugar, la crisis que vivía Alemania resulta inquietante a día de hoy. La gente estaba descontenta porque no había trabajo, no había dinero y toda la riqueza estaba en manos de un único sector. Había revueltas, petaban los cristales de los comercios prosperos, de los bancos, hacían pintadas en sus puertas y paredes... Eso me suena a algo. En aquel momento el dinero estaba en manos de los judíos y eso provocaba tensión, pero en su inicio no era tan distinto a lo que ocurre en nuestro país. Por ello es importante que haya libros como éste para recordar que a veces la falta de dinero y el malestar en un país pueden hacer sacar lo peor de las personas... Finalmente, me ha llamado la atención la forma en que el personaje Dorf va mutando hasta convertirse en alguien completamente distinto al personaje inicial, lo que me hace pensar, y me remito a lo que estaba diciendo antes, que hasta la más buena persona o la más inteligente pueden llegar a hacer cosas impensables si el contexto es el adecuado para conducirlas a ello. Es curioso porque este personaje, aunque a veces pueda sentir inquietud, es siempre por los demás, pero jamás duda de sí mismo. Está completamente convencido de que sus actos son los correctos, de que lo que hace es necesario y que es una buena persona. Me pregunto si realmente debemos considerar que alguien así sea el mal o si, por el contrario, ésta sigue siendo una buena persona pero su comprensión del mundo está tan tergiversada como para no ver que lo que hace es deleznable. Para mí, una verdadera mala persona haría algo así aun siendo plenamente consciente de que lo que hace está mal... pero alguien así... ¿un loco, talvez? Es difícil juzgarlo.

Para acabar, quería mencionar que el libro ha obtenido el Premio de la Paz Dag Hammarksjoeld, tal y como muestra la portada.

Lo recomiendo a cualquiera que le interese el tema. Es un buen libro para reflexionar sobre cómo somos los seres humanos.
Como podéis ver, el libro está muy trillado ya. 32 años se dicen pronto.


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